Para vos...

Vos, mi amor... sos la única persona que lee esto, así que voy a escribir para vos.
No sé cómo expresarte cómo me siento... realmente no sé. Es una mezcla tan grande y confusa de tristeza, amor, agradecimiento, culpa y vergüenza...

Me debato continuamente con la depresión, ya te lo he dicho. Hay muchas veces que quiero, quiero, siento la necesidad, de hacerme un bollito y llorar, y que sólo me abraces y nada más. Y en esos momentos me quiero convencer de que después de eso, de quebrarme y desarmarme, todo va a estar bien. O que todo va a terminarse, y voy a poder deprimirme todo lo que quiera, hacerme todo el daño del mundo, morirme castigada por estar sin vos. Sé perfectamente lo que pensás sobre todo esto. Me da mucha vergüenza admitirlo... y ni siquiera sé por qué es, a veces, tan atractiva la idea de la depresión...
...pero... ayer, ayer mismo le encontré solución. Encontré cómo transformarla en determinación, y empecé a moverme según ella y por vos. Esta solución ya estaba, ya la conocía - me has visto muchas veces deprimida, y muchas otras más animada y determinada. Pero ahora me convenzo de que mi volutad es fuerte. Me recuerdo que vos existís y que te estoy haciendo sufrir, y en vez de deprimirme, me dan ganas de golpearme y sacudirme y hacerme reaccionar distinto. "Si no querés que pase siempre lo mismo, no hagas siempre lo mismo", no? No quiero ser más autocompasiva y al mismo tiempo una crítica despiadada conmigo misma. MI VOLUNTAD ES FUERTE, yo QUIERO y VOY a cambiar.
Si lloro, voy a llorar para descargarme, no por desesperación o impotencia.
Si me detengo, va a ser para pensar, no para hacerme un bollito.
Si me callo, voy a hacerlo para evaluar mis palbras y acciones.
Y todo lo que te abrace será porque te quiero y te amo... no porque esté necesitada de cariño.

Empiezo por responsabilizarme de mis errores (ya sea lo del gordo, o las cosas de las que no me doy cuenta), por prometer cosas que pueda cumplir (sean simples como hacer de comer, o complicadas como cambiar), por decirte todo y evitar que pienses que te oculto cosas (cuando no encuentre el momento, porque es algo que me cuesta mucho... prefiero decirte las cosas temprano, antes que muy tarde), por asumir mis fallas (como lo histérica, neurótica, e hipocondríaca), y por aprender a tomar bien las cosas que me decís. Esto último me costó en estos días que pasaron... pero prometo evitar que me afecten la facultad y mi viejos con vos.

Ya volví a ganar la batalla de hoy contra la depresión, mientras escribía esto. Sí, estoy triste por haberte hecho tanto daño, estoy enojada conmigo por eso, pero estoy muchísimo más determinada a cambiar. Porque tengo cosas buenas, porque puedo mejorar, puedo pulir lo malo, puedo hacerte feliz.

Te amo, y mi fuerza está tanto en mí como en vos, mi amor, mi Mariano.